Desbordada la riqueza del mexicano
Somos más ricos, dicen los resultados del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que advierte una disminución en la cantidad de mexicanos con ingresos por debajo de la línea de pobreza y pobreza extrema.
Los datos en números exponen mejoras, los mexicanos tienen mejores condiciones económicas, ahora en el país se tiene la opción de conseguir más servicios y bienes para disfrutar nuestro existir. Porque se gana más y los más ricos frenan su crecimiento desmedido. ¿Verdad?
El análisis de Coneval se hace también con base en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) que realiza el Inegi y desde hace semanas se informó que el ingreso promedio en los hogares es mayor en 2022 que en 2018.
Los datos
Los números son claros, en 2018 la población con ingresos promedios inferiores a la línea de pobreza era de 49.9% y para el 2022 bajó a 43.5% y los mexicanos con ingresos promedios inferiores a la línea de pobreza extrema pasó de 14% en 2018 a 12.1% en 2022. Si somos menos pobres, entonces somos más ricos.
Hace tiempo que el concepto de pobreza y pobreza extrema ya no se mide con base en ingreso, ahora, según el glosario del Coneval, la pobreza extrema tiene una definición política.
“Una persona se encuentra en situación de pobreza extrema cuando tiene tres o más carencias, de seis posibles, dentro del Índice de Privación Social y que, además, se encuentra por debajo de la línea de bienestar mínimo. Las personas en esta situación disponen de un ingreso tan bajo que, aun si lo dedicase por completo a la adquisición de alimentos, no podría adquirir los nutrientes necesarios para tener una vida sana”, dice el portal de Coneval.
El reto del Sector Salud
Si se analizan los datos multidimensionales, es decir, aquellas mediciones que miden el acceso a servicios básicos que, según la visión actual, al poder hacer uso de estos servicios te hace menos pobre porque ya tienes solucionadas necesidades que te liberan el ingreso hay cambios importantes y no tan positivos.
En el entorno multidimensional se mejoró en la medición de Carencias en Servicios de Seguridad Social, Carencia por la Calidad de los Espacios de la Vivienda, Carencia por Acceso a los Servicios Básicos de la Vivienda y en Carencia por Acceso a Alimentación Nutritiva y de Calidad.
La Carencia por Rezago Educativo pasó de 19% en 2018 a 19.4% en 2022 y la Carencia en los Servicios de Salud se pasó de 16.2% en el 2018 al 39.1% en el 2022. El sector salud ha sufrido cambios importantes y esos cambios se notan en la cantidad de personas sin acceso a medicamentos, atención o ambos.
En dinero
En el documento titulado “Nota técnica sobre la información empleada para la estimación de la medición de pobreza en México, 2022”, también hay información trascendente, específicamente relacionada con los ingresos por deciles.
Durante la medición 2022 los hogares de los deciles de menor ingreso incrementaron las transferencias, entendidas como ingresos por programas sociales, remesas y otras transferencias y disminuyó el ingreso por salario.
El decil que registró el mayor incremento por salario fue el IV que pasó de 60.4 a 64.1, pero ningún decil, ni el de mayor ingreso, registró un incremento por salario que sea mejor que todas las mediciones previas, de hecho en el decil X el mayor incremento en el ingreso lo aportan los ingresos salariales y no es el más elevado desde 2016.
Somos más ricos
Si los números de ingreso mejoran y el acceso a servicios tiene una mejora, excepto en dos mediciones, entonces deberíamos poder reiterar que en México ha mejorado la calidad de vida y ahora, no sólo hay menos pobreza, sino que somos más ricos, pero hay un apartado en el análisis técnico que llama la atención. Aumenta el ingreso y disminuyen las personas que reciben ingreso.
A nivel nacional hay 2.248 personas que reciben ingreso por hogar durante la medición 2022, mientras que en 2016 había 2.451 y el decil que más disminuyó su promedio de personas que reciben ingresos por hogar es el de menor ingreso como 0.42 habitantes menos en 2022 que en 2016.
De esta forma se genera una curiosa falla en la medición de ingreso por hogar, pues del 2016 al 2022 tenemos mayor ingreso trimestral por hogar al pasar de 7 mil 371.81 pesos a 10 mil 157.39 en el decil de menor ingreso, pero ahora hay menos personas que reciben ingreso por hogar.
No somos más ricos
El incremento en el ingreso trimestral, además de verse mermado por la cantidad de personas que reciben ingreso por hogar, se vio afectado por el aumento en el gasto monetario, lo que lleva a los hogares del decil más pobre a gastar más de lo que ganan, aunque su ingreso sea 30% mayor en 2022 en relación con 2020.
De hecho todos los hogares de todos los deciles, destinan más de la mitad de sus ingresos al gasto corriente y ¿en qué gastan? ¿Son lujos o gastos superfluos? En realidad más de la mitad del ingreso se destina sólo a alimento en la mayoría de los deciles excepto en X, los más ricos.
De hecho, los deciles de menor ingreso destinan más dinero al gasto en el Sector Salud, le sigue vivienda, transporte y esparcimiento.
Alcanza para menos
El impacto de la inflación en los números no viene incluido en el análisis, pero es sencillo buscar los datos del impacto con una calculadora de inflación disponible en internet y al hacer la comparativa entendemos que somos más pobres, pero con más billetes.
Si el decil más pobre quiere hoy acceder a los mismos bienes y servicios que en 2016 con el ingreso promedio de 7 mil 374 pesos, necesita 10 mil 023 pesos en 2022, cifra que es superada con el registro de 10 mil 157 pesos de 2022, es decir, ganan para lo mismo hoy que en 2016.
Sin embargo, el resto de los deciles se quedan por debajo del impacto inflacionario y el decil X, a pesar de ser el de mayor ingreso, es el único que tuvo un decremento en su ganancias promedio y además su poder adquisitivo se vio mermado en más de 50 mil pesos.
El reporte de Coneval de 2016 informa que el 10% de los más ricos del país registraban 109 mil 54 pesos de ingreso promedio y en 2022 alcanzaban los 95 mil 375, pero necesitan más de 148 mil pesos en 2022 para adquirir los mismos bienes y servicios que obtenían con el ingreso de 2016.
Faltan correcciones
Mientras el político en tiempo electoral presume y/o ataca a su contraparte, la realidad del mexicano en 2022 fue mala. Sólo los más pobres pueden gastar en los mismos productos y servicios que en 2016, pero ahora deben destinar más dinero de su ingreso en salud.
Todos gastamos menos en educación y vestido y aunque en promedio ganamos más numéricamente, en realidad el poder adquisitivo disminuyó, las personas que reciben ingreso por hogar también disminuyeron y ahora la calidad de los servicios públicos obligan a muchos mexicanos a gastar en salud y educación.
No solo somos más pobres por la política monetaria y la falta de estímulo a la productividad, sino que tenemos menos acceso a servicios básicos de salud y educación y los más ricos del país ahora tienen menos riqueza para realizar inversiones que detonen el empleo y fomenten el crecimiento de la economía.
¿Hasta dónde nos llegará el impulso?